Pecado de Hybris

Como un perro hambriento tras un duro invierno ,de nuevo llegamos hasta el mes de mayo mes de las flores y otro mes de mayo las enfermizas flores me estorban al caminar, no se que quieren camuflamos con risas primaverales el invierno en que el que estamos sumidos y que siempre lo hemos estado, nieve eterna de 15 metros, no una nieve divertida donde hacer muñecos de nieve, una nieve que mata, de congelación ,de avalanchas. Donde cada día hay que levantarse para apartar la nieve de tu puerta, huellas que se borran cada día, carámbanos afilados como cuchillas y los reyes magos nunca aparecerán.

Este invierno es mucho peor que el que acabamos de terminar. Pero este invierno de muerte y espíritus vacíos, de fantasmas y gente congelada detrás de unas gafas, sueños de razón que provocan monstruos, monstruos de razón sin humanidad, hay más humanidad en un piano y yo lo prefiero escuchar, de vodevil barato en el escenario del mundo, que no se si continuará por mucho tiempo, de falsos Shakespeares, la gente se dirige hacia ningún sitio y tantos como Jünger, Heidegger , Volpi se preguntan por qué pero hacia donde van estos sino también a la nada ¿ Y sus lectores? al mismo lugar seguramente, ni siquiera Nietzsche llegó a ser Zaratustra.

Dios no ha muerto todavía, seguimos en ese invierno de frío infernal y en este sonrosado verano como un tempano de hielo, al menos en este mundo aparente donde siempre es peor lo malo conocido que lo bueno sin conocer, de ilusiones que se creen que según con el cristal con el que miras todo es horrible o terriblemente bello. En este infierno de hielo perpetuo nunca llega noviembre.